Como fruto de una alianza entre el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), la Fundación Promotora Canal del Dique, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Apoyo a la Investigación y al Desarrollo de la Yuca (Clayuca), nace en Bolívar un proyecto para transformar materias primas autóctonas en harinas.
El proyecto busca fortalecer la seguridad nutricional de los pobladores de Mahates y facilitarles la generación de ingresos, mediante el cultivo y transformación de productos derivados de la yuca y la batata, a partir de semillas mejoradas que aseguran tubérculos con altos contenidos nutricionales.
Esta iniciativa surgió del proyecto de desarrollo productivo que el Sena contempla para los campesinos de Bolívar que resultaron afectados por la pasada emergencia invernal.
Cultivos con tecnología
El proceso para la obtención de estos productos se inicia en los cultivos de los campesinos, localizados en el municipio de Mahates (Bolívar).
Al municipio se desplazan instructores y aprendices del Centro Agroempresarial y Minero del Sena, para transferir conocimientos y tecnologías a los más de 80 campesinos vinculados a este proyecto piloto, que permitirá establecer la viabilidad del negocio y su posible desarrollo en otras zonas.
Estamos evaluando cinco variedades de yuca y 23 de batata, con grandes potencialidades de uso en la agroindustria, con el fin de que los campesinos las siembren y así obtengan mayores volúmenes y calidad de producto, expresa Guillermo Castilla, instructor del programa de Producción Agropecuaria Ecológica.
Una vez las cosechas estén listas, se iniciará la recolección de los tubérculos, los cuales son llevados a los laboratorios del Centro Agroempresarial y Minero, donde se les realizará procesos de limpieza, pelado, corte, secado y molido para convertirlos en harina, que sirve de materia prima para la fabricación de diferentes productos alimenticios.
Alimentos nutritivos
Entre los usos dados a la harina de yuca y batata están los de preparación de coladas para consumo humano, alimentos para animales y recetas culinarias, como purés, dulces, galletas, tortas, sopas, mecates, entre otros.
A escala industrial, de esta materia prima se puede extraer etanol, alcohol, almidón y glucosa. Adicionalmente, sus hojas y raíces son utilizadas como alimento animal.
Esta harina también puede ser utilizada en la industria panificadora, lo que generaría un valor adicional como es la disminución en los costos de producción. Dependiendo del producto, los porcentajes de sustitución de materias primas, como el trigo, por la harina de yuca, pueden llegar hasta un 40 o 50%, manifestó Sonia Gallego Castillo, ingeniera química e investigadora del Consorcio Clayuca.
El uso de esta harina también beneficia el bolsillo de los industriales, dado que los costos se reducirían sustancialmente. Es el caso de la harina de trigo, que se comercializa en Colombia, entre $1.200 y $1.500 el kilo, mientras que la de yuca valdría $600 o $700.
Lo anterior, según estudios realizados que señalan que dicha reducción de costos obedece a que el cultivo de yuca y batata no requiere de complejos ni especializados procesos, al igual que su procesamiento.
Consumo e ingreso
Con estos proyectos productivos innovadores, el Sena le apuesta a asegurarle a las comunidades más necesitadas alternativas de alimentación e ingresos, y a dinamizar las industrias mediante la elaboración de nuevos productos.
Esta es una apuesta del Sena en Bolívar para transferir este conocimiento al resto de regiones del país; es hacer uso de la tecnología para el mejoramiento de los cultivos y la competitividad del sector agropecuario; es contribuir a la obtención de nuevos productos derivados de la yuca y la batata, que aún no se comercializan en el mercado colombiano y aportar al desarrollo nutricional de las comunidades, expresó Jaime Torrado Casadiegos, director Regional del Sena en Bolívar.
Reiteró el directivo que aportarán al mejoramiento de los suelos y de los procesos de cultivo y transformación, a fin de que los campesinos puedan mejorar la producción y calidad del producto obtenido en Mahates.
Haremos transferencia de conocimiento y de tecnología a otros municipios del departamento, incluidos siete cabildos indígenas, conformados por 700 familias, puntualizó Bibiana Pinto, subdirectora del Centro Agroempresarial y Minero del Sena en Bolívar.
Las entidades aliadas al proyecto buscan apoyo estatal o privado para extender los beneficios a un mayor número de comunidades, no sólo del municipio, sino del departamento y de otras regiones del país, tal como lo ratificó Nicolás Cantillo, alcalde de Mahates.
El mandatario se comprometió a colaborar con la continuación del proyecto: Mirando el contexto de este piloto es claro que va mucho mas allá, pues le está apuntando a los Planes de Desarrollo y a las metas del Gobierno Municipal. Con esto, le estamos garantizando a nuestros adolescentes, a nuestra infancia, productos que van a suplir la alimentación tradicional y requerida para su normal desarrollo, dijo.
Adicionalmente, tiene una connotación económica, de generación de empleo, puntualizó.